La coprofagia es el término que se usa para describir el comportamiento de los perros que ingieren heces, ya sean las suyas propias o las de otros animales. Aunque es un hábito que puede resultar repugnante para los dueños, es relativamente común en los perros por diversas razones, desde causas médicas hasta comportamientos aprendidos.
Causas Comunes de la Coprofagia
Existen varias razones por las que un perro puede empezar a comerse su caca. Aquí te explicamos algunas de las más comunes:
Deficiencias Nutricionales: Si la dieta de tu perro no es equilibrada, puede intentar compensar las carencias nutricionales ingiriendo sus heces.
Problemas Digestivos: Algunas condiciones médicas dificultan la digestión adecuada de los alimentos, lo que puede llevar a que las heces contengan restos de nutrientes no digeridos.
Aburrimiento o Estrés: Los perros que no reciben suficiente estimulación física o mental pueden recurrir a la coprofagia como una forma de entretenerse o reducir su ansiedad.
Comportamiento Aprendido: Los cachorros a menudo imitan el comportamiento de otros perros, y si ven que otros perros comen heces, pueden comenzar a hacerlo también.
Instinto de Limpieza: Algunos perros, especialmente las madres, pueden comer heces para mantener su entorno limpio.
Riesgos de la Coprofagia
El consumo de heces puede conllevar ciertos riesgos para la salud de tu perro, tales como:
Infecciones Parasitarias: Las heces pueden contener parásitos que pueden infectar a tu perro.
Enfermedades Bacterianas: La ingestión de bacterias presentes en las heces puede causar problemas gastrointestinales.
Problemas de Salud Oral: Comer heces puede llevar a infecciones dentales y mal aliento.
Cómo Prevenir que tu Perro Coma Heces
Si tu perro se come su caca, existen varias estrategias que puedes implementar para corregir este comportamiento:
Mejora su Dieta: Consulta con tu veterinario para asegurarte de que tu perro está recibiendo una dieta equilibrada y completa. A veces, un cambio en la alimentación puede ser suficiente para resolver el problema.
Proporciónale Suficiente Ejercicio: Asegúrate de que tu perro recibe suficiente ejercicio físico y mental todos los días para reducir el aburrimiento y la ansiedad.
Recoge las Heces Inmediatamente: Limpiar el área donde tu perro defeca tan pronto como lo haga puede ayudar a evitar que ingiera sus heces.
Usa Repelentes de Sabor: Hay productos disponibles que, cuando se añaden a la comida de tu perro, hacen que las heces tengan un sabor desagradable para él.
Entrenamiento Positivo: Refuerza el buen comportamiento con recompensas y evita castigar a tu perro por comerse sus heces, ya que esto puede aumentar su ansiedad.
Conclusión
La coprofagia es un comportamiento que, aunque desagradable, es tratable. Identificar la causa subyacente es el primer paso para resolver el problema. Con una dieta adecuada, suficiente ejercicio y un entorno limpio, es posible reducir o eliminar este hábito en tu perro. Si el problema persiste, consulta con un veterinario para descartar cualquier condición médica subyacente.
Escrito por: J. Blesa
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