Rabia: La rabia es una enfermedad viral que afecta a mamíferos, incluidos perros y gatos. Se transmite a través de la saliva de un animal infectado, generalmente a través de mordeduras.
Leptospirosis: Una bacteria llamada Leptospira puede transmitirse a los gatos si entran en contacto con la orina de un perro infectado. También es una zoonosis y puede afectar a los humanos.
Tinea (tiña): Los perros pueden transmitir la tiña, una infección fúngica de la piel, a los gatos a través del contacto directo o al compartir objetos contaminados.
De gatos a perros:
Toxoplasmosis: Es una infección parasitaria causada por el parásito Toxoplasma gondii. Los gatos son hospedadores definitivos y pueden excretar los quistes del parásito en sus heces. Si un perro ingiere tierra o agua contaminada con heces de gato, puede infectarse.
Bartonellosis: La Bartonella es una bacteria que puede transmitirse a los perros a través de las pulgas que han estado en contacto con gatos infectados.
Coccidiosis: Los gatos pueden transmitir el protozoo Coccidia a los perros si entran en contacto con las heces de un gato infectado.